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De la serie conflictos armados: | ||||
Guerras Púnicas | ||||
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Lugar y fecha | hace mucho tiempo en un lujar muy lejano | |||
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Bandos | romanos | cartagineses | ||
Fuerzas | un millón o más de romanos | 4 moros en pateras de combate | ||
Comandantes | los Escipiones y alguno más sin importancia | Amilcar Barca. Hanibal | ||
Armas | espaguetis, pizzas, macarrones, lasañas, canelones... | una marina que te cagas, muchos moros y algun elefante | ||
Bajas | algun que otro legionario muerto de hambre | no quedo un solo cartagines vivo heridos: 44444444444444 y más prisioneros: 1010121214514782691 | ||
Resultado | los romanos se hicieron con un imperio de cojones... |
-“Ay! Marte, la que encima se nos viene, es más gorda que la trama Gürtel”
Declaraciones de Escipión, al ver aproximarse los elefantes de Aníbal
- Aníbal, ante portas, ¿quo facies diei?
Palabras más escuchadas en Roma tras la batalla de las Canas
Las Guerras Púnicas, fueron una serie de guerras de escasa importancia que enfrentaron a los dos países más pobres del momento y que jamás tuvieron posesiones de ultramar. Estas dos naciones eran tan insignificantes y poco conocidas como; Cartago y la Republica de Roma.
Allá por el 240 a.c, Cartago, era la mayor potencia del continentes y medio) y sus posesiones abarcaban todo el norte de sacrificios que en él acontecían.
anfiteatro, las carreras de formula uno en el circo y representaciones de la talla de Romeo y Julieta en el teatro de la ciudad. Todo les iba viento en popa, y se divertían que no veas, esclavizando a otros italianos para obligarles a trabajar arduamente, mientras ellos se tocaban las pelotas planificaban grandes y poderosos edificios de uso civil.
Un día, muy lejos de Roma y a tomar por culo a de Cartago, estalló una guerra en la conocida como furcia perla del Mediterráneo; la pequeña y céntrica isla tropical de Sicilia. Una ciudad –creo que fue Troya- le declaro la guerra a otra, Siracusa. Viéndose esta en más peligro que; un cirujano plástico en manos de la Estevan, decidió pedirle ayuda a Cartago, pero luego lo pensaron mejor, y pidieron ayuda a la emergente potencia de la ciudad de Roma. Cartago, sintiéndose rechazada en el altar por su exnovia; Siracusa, decidió darle celos liándose con la ciudad rival de Troya y declaró la guerra a Roma, la nueva novia de Siracusa, de este modo empezó la Primera Guerra Púnica (1GP).
Ambas naciones (Roma y Cartago, idiota) mandaron tropas a la isla para que se pegaran un rato, los ejercito propio y dependía de mercenarios. Lo único que Cartago tenía propio, era su flameante armada de pateras de combate, contra las cuales los porta-aviones, destructores, fragatas, cazas y estrellas de la muerte de Roma eran inútiles.
Mientras que en el mar, la poderosa fuerza naval cartaginesa machacaba con sus pateras de combate y su experimentada tripulación de piratas somalíes a los pobres e inocentes marineritos romanos, que apenas podían disparar sus torpedos y cargas de profundidad contra las pateras submarinas cartaginesas, en tierra, Amílcar Barca con sus ejércitos mercenarios armados con modernísimas armas importadas de Haití machacaba a los pobres legionarios romanos, muertos de hambre, que alejados de la tele más próxima estaban desmoralizados, pues no podían ver la final del mundial de futbol, que enfrentaba a la selección italiana contra la del imperio turco Otomano, los favoritos del torneo, eso sin contar de que se habían quedado sin mozarella para preparar espaguetis. El imperio romano, estaba a punto de caer antes si quiera de levantarse, la cosa pintaba muy muy mal cuando de repente ocurrió un milagro.
La flota cartaginesa, sufrió una serie de contratiempos encadenados que la dejaron en el mismo estado que los misiles de USA a las cabañas de paja de los pakistaníes. La primera de estas desgracias fue que; un 19% de la flota cartaginesa no pasó la ITV por estar en malas condiciones y contaminar demasiado, otro 30% fue destruido por la armada de Sarcozy, pues afirmaba que unos piratas somalíes, habían atacado un pesquero francés mientras trabajaba robando el oro de indochina. Otro importante contingente, fue detenido frente a las costas españolas, cuando intentaba cruzar inmigrantes ilegales por los pilares de Hércules (estrecho de cayuco, con el que destrozaron a las otrora poderosas embarcaciones cartaginesas, el dominio naval de los púnicos había finalizado.
En tierra, con la marina romana dominando, fueron los cartagineses de Anginas Barca Amílcar Barca, los que estaban realmente jodidos ahora. Los romanos, se enteraron de que su selección había ganado el mundial de futbol, debido a que los contrarios estaban más dopados que esteroides lleva en vena aniquiri, como buenos soldados derrotados, decidieron pactar las condiciones de su deshonrosa rendición, de este modo, además de salvar el culo, joderían a los estudiantes del futuro obligándolos a aprenderse el trascurso de dos guerras púnicas más.
Los airosos romanos, decidieron imponer unas duras condiciones de rendición a los pringaos de Cartago. Estos, deberían abandonar todas sus posesiones de ultramar, incluyendo esclavas sexuales a todo el senado de la ciudad más importante del Mediterráneo, la todopoderosa ciudad de Bilbao Roma. Amílcar, estando su país sin naves, tuvo que volver a casa a nado con su ejercito de medio millón de fieles persas, que no había perdido una sola batalla y que solo se retiraba porque sus superiores se lo mandaban, Amílcar se cabreo de cojones, cuando David Meca, le desafió diciendo que él nadaba más rápido, la carrera la perdió Meca, por doping.
Débil, humillada y sin recursos, Cartago puso sus ojos en una tierra rica y virgen una tierra por conquistar (o eso dice el Al-Qaeda fue contratada para secuestrar unas 100 aeronaves aproximadamente. La estrategia tuvo un gran éxito, y en apenas 120 horas, el ejército de Amílcar, había puesto sus alpargatados pies africanos en la península Ibérica sin que las autoridades españolas pudieran hacer nada por impedirlo, pues en esos momentos estaban liados apoyando a la OTAN en no se que invasión.
Amílcar, no viajaba solo esta vez, con él, se llevo a sus hijos. Los conocidos como la camada del león, por tener como madre a una leona, tras una noche sabática de Amílcar en el Serengeti. Estos leoncitos eran; Asdrúbal, Aníbal y Mago. Los tres. imploraron a su padre que les dejara acompañarle en su belicosa expedición en tierras tan lejanas.
Amílcar, entró en esta tierra exótica como una fuerza de la naturaleza y machacó a las desunidas tribus iberas, que se acabaron uniendo a Cartago. Sin embargo, el destino nuevamente tornó en contra de Amílcar, pues murió en batalla al intentar sacarse una espina del dedo gordo del pie, cayó en un río de aguas bravas para finalmente, romperse la crisma contra una piedra, tras caer por una catarata de 80000 metros de altura en el río Guadarramilco, que casualmente y a diferencia del resto de los dos siglos pasados, ese día si que llevaba agua (joder, ya es mala suerte). La muerte del general, conmocionó a la ciudad de Cartago, donde los mercenarios, que formaban las filas del ejercito, se amotinaron, pidiendo un sueldo digno (se rumorea que llevaban 200 años sin cobrar nada más que un pistacho diario). Aníbal, hijo de puta Amílcar, regresó de tirolina decidido a poner fin a la insurrección.
Aníbal, demostró su genio militar luchando contra los mercenarios insurrectos al utilizar elefantes de combate para destruir las filas enemigas. Cuando los mercenarios insumisos se rindieron ante Aníbal, el estado cartaginés, supo reconocer el valor de este y le nombró general supremo del ejercito imperial de Cartago (que incluía en el pac una fabulosa batidora, únicamente para los 4 primeros llamantes) se le otorgó este rango y la misión de continuar las cosas donde su padre las había dejado, es decir, en la conquista de toda la galaxia España.
Los romanos, no podían ver con buenos ojos como crecía el poder de Cartago en Hispania, por ello, acordaron que los cartagineses nunca jamás de los jamases, cruzarían el río Ebro, a cambio, los romanos tampoco se adentrarían al sur de este curso fluvial, aunque se les concedió a los cartagineses el permiso para construir un trasvase hacia el sur para regar unos cuantos campos de golf y dinamizar de ese modo el turismo de alto standing (podría haber puesto selecto, pero standing queda mas cool) solo había una excepción, la ciudad de Saguntum, aliada de Roma, situada al sur del polémico río, si las almenaras de esta ciudad se encendían que Cartago se preparara para una nueva guerra contra la ciudad de Roma y sus legiones, reforzadas ahora con un montón de Power Rangers con sobredosis de Red Bull y anfetaminas. Aníbal, pero, recibió la orden de sus superiores de reducir a polvo la rica ciudad aliada de Roma y el general, ansioso por vengarse de los Romanos aceptó el encargo de muy buen grado y la ciudad de nacimiento de quien escribe este articulo (jajaja he escrito culo en Internete) fue finalmente reducida a escombros (lo que no tiene mucho merito, pues ya estaba hecha polvo cuando Aníbal llegó y continua igual…). El senado romano, furioso, declaró la guerra a Cartago y el senado de Cartago, declaró la guerra a Roma y a Saguntum, por chivatos. Empezó de este modo la Segunda Guerra mundial Púnica.
Para derrotar a la poderosa Roma y su republica, Aníbal tenía la idea de conquistar la propia ciudad, decapitando de ese modo el mando del al-Qaeda estaba ocupada poniendo bombas al paso de los acorazados americanos. La única solución era ir a Italia andando desde España y aunque parezca increíble, en esta época aun no existía el Camino de Santiago.
El ejército formado por 36000 soldados de infantería, 90000 jinetes, 36 elefantes y 2000 inmigrantes ilegales que sumaba un total de 800000 puntos gracias a sus estandartes de batalla bendecidos por una misteriosa runa elfica. Se puso en marcha y en menos que pestañea un pijo de mierda, se plantó en Francia para cruzar el río Rodano, que cruzaron por el puente de la M-30 y enfilaron camino a Roma.
El ejercito romano, alertado por sus satélites espía de los movimientos de Aníbal, mando a uno de sus cónsules a interceptar al ejercito del general de Cartago, mientras otro cónsul se dirigió de inmediato a la ciudad de Cartago, con el fin de atacarla de un modo cruel y despiadado. La guerra terminaría mucho antes de que los periódicos de izquierda de la republica pudieran enterarse de nada, o eso era lo que pensaba el senado romano…
Cual fue la sorpresa en Roma, cuando se enteraron de que el ejército enviado para detener a Aníbal había fracasado, al darle esquinazo el general cartaginés en la Galia, con lo cual ahora se habían transformado en perseguidores y el general enemigo les sacaba una luna de distancia a sus eficientes tropas de medio metro de altura. La situación empeoro cuando por casualidades de la vida, estalló una revolución en Livia quedando las tropas romanas sin etarra republicano.
Sin embargo, el cartaginés, sabía que no podría entrar en Italia con un ejército romano mordiéndole el culo, los cartagineses tendrían que entablar batalla, cosa que hacía mucho que esperaban ansiosos.
Eligió Aníbal el terreno ideal para entablar la lucha contra sus enemigos, y preparó a sus tropas para la batalla con un emotivo discurso, al más puro estilo Aragor frente a la puerta negra, antes de que una miríada de las Termópilas (creo que esto no va aquí, bueno es igual) en este lugar, los cartagineses inferiores un numero, arrasaron por completo al ejercito romano que les pisaba los talones, por no decir otra cosa. Con el ejército perseguidor aniquilado, los soldados de Aníbal, no tenían ningún opositor que impidiera su entrada a Italia, solo había un pequeño problemita, como cruzar las murallas de Italia, los Alpes.
El general cartaginés, demostró su genio una vez más, al conducir a sus soldados a trabes de las hostiles montañas, cruzando los Alpes por el punto más corto, fue entonces cuando las máquinas taladradoras, que este tío llevo consigo, demostraron su valor, al excavar el túnel que permitió a los soldados, no solo cruzar las montañas, sino que también construir una línea de ferrocarril de alta velocidad que es la envidia del AVE español. El ejército conquistador de Cartago, había conseguido lo inaudito, había ido desde España hasta Italia derrotando por el camino a todos sus opositores.
En la ciudad de Roma, cundió el pánico, cuando sus entogados ciudadanos se enteraron de que además de haber cruzado los Alpes, Aníbal, había derrotado al ejército enviado para detenerle, la cosa pintaba chunga y olía a muerto que no veas. El senado de la republica, ordenó al cónsul que se dirigía hacia Cartago, Escipión, dar media vuelta y regresar a Italia para destruir al invasor antes de que pudiera matar a nadie más.
Mientras. En Italia, el cartaginés, consiguió los favores sexuales de las tribus sometidas al poder romano, que estaban hasta los mismísimos canon digital y mantener a no se que sociedad de autores, que les prohibía descargar gratuitamente nada de top manta y las imitaciones venidas de China y el norte del Sahara, sustancialmente más económico todo ello que los productos de marca distribuidos desde la ciudad de Roma.
Cuando el segundo ejército consular llegó a Italia, de inmediato se puso en marcha para atrapar y machacar al enemigo cartaginés. Sus espías, afirmaban que ese era el momento ideal para atacar, pues el líder enemigo acababa de cruzar no se que río rodeado por una selva tropical, perdiendo un ojo por el camino, al tener que pagar la factura del autobús y del peaje. Sin embargo, un Anonymous había sido contratado por el cartaginés y este pirateando el ordenador central del departamento de defensa de la Republica romana, se había enterado del plan y se lo comunico a Aníbal al instante. La información, fue de gran ayuda para los soldados cartagineses, ya que pudieron preparar una emboscada al contingente enemigo en el lago Trasimeno.
La batalla fue atroz, y finalmente los africanos se hicieron con la victoria, al conseguir acertar un triple en el último momento del partido, con lo cual los romanos fueron derrotados en una terrible masacre, cuando sus legionarios fueron barridos del tablero de combate por la artillería cartaginesa que asombrosamente superó su chequeo de liderazgo y sacó un 9 con un dado de 6, ocasionando que los legionarios romanos sufrieran un ataque de pánico y se retiraran del combate perseguidos por la caballería africana que los arrasó, con lo cual el ejercito italiano se vio obligado a lanzar un dado de 3 para evitar la huida masiva del resto de sus fuerzas. Contra todo pronostico y tal y como se muestra en el último número de la revista “White Dwarf” los romanos fallaron el chequeo y huyeron, los cartagineses los persiguieron y los arrasaron. La batalla pertenecía a Aníbal, que continuaba invicto de momento, todo se decidiría en la próxima jornada de la mejor liga del mundo, pero algo ocurrió sin que Aníbal se diera cuenta; al más puro estilo héroe de película de acción, el hijo de Escipión, de nombre Escipión Emiliano, sobrevivió a la batalla, al contar con una armadura encantada por la dama del lago de Pretoria, que le salvo de la letal ráfaga de mísiles tierra-tierra cartagineses. El joven militar, estaba ansioso por vengarse de aquel que le había arrebatado la vida a su padre en tan atroz, cruel y sádica batalla sin cuartel, su momento llegaría más adelante.
Cuando la noticia de la victoria cartaginesa se apoderó de las adoquinadas calles romanas, el senado de la ciudad, decidió adoptar una estrategia diferente, decidieron no plantar cara al cartaginés en campo abierto, pues temían una nueva masacre a sus filas de legionarios. En vez de una gran batalla, los romanos, adoptaron la táctica de la guerra de guerrillas y quemaron su propio país para dejar sin abastecimiento al ejército invasor, posteriormente los rusos copiarían esta técnica de tierra quemada en un sin fin de guerras. Pero a los romanos, la cosa no les fue bien, ya que con la marina cartaginesa, reconstruida parcialmente, Aníbal, recibía alimentos por mar desde su amada tierra norte africana. Los romanos estaban furiosos, a pesar de haber quemado sus tierras, envenenado sus pozos, atacar de noche y rezarle a todos los dioses conocidos y por conocer, el cartaginés seguía con vida, arrasando ciudades italianas aliadas de roma, robando oro y haciendo no se cuantas más perrerías. El senado romano, cambió nuevamente de estrategia de combate y decidió armar un ejército enorme para aplastar al enemigo.
El nuevo ejército romano, se enfrentó a Aníbal en la batalla de Canas, ciudad italiana donde los romanos tenían un importante arsenal de armas nucleares. La batalla fue una obra maestra que demostró el genio militar del cartaginés, pues asombrosamente, derrotó al superior ejército romano con un coste en vidas cartaginesas mínimo. El africano derroto al romano con sus propias armas, pues Aníbal, bombardeó al enemigo con toda suerte de mísiles, mientras sus tropas estaban a refugio en las trincheras oportunamente colocadas. Cuando los romanos avanzaron, para luchar con lo que aparentemente eran las filas enemigas (en verdad eran 4 espanta-pájaros) fueron barridos por un fuego cruzado que les obligó a realizar un chequeo de valor, que de nuevo fallaron, con lo cual sus tropas huyeron y fueron aniquiladas por la caballería cartaginesa, muy superior a la romana, que estaba de putas en aquel preciso momento. Aníbal, había conseguido lo que siempre había deseado, había desarmado a la ciudad de Roma y ahora tenía vía libre para asediar la ciudad que tanto sufrimiento le había ocasionado.
Sin embargo y a pesar de los temores de los ciudadanos de las perfumadas calles de la ciudad eterna, el general cartaginés no atacó la ciudad. Aníbal, sabía que si atacaba la ciudad de Roma tenía muy pocas probabilidades de ganar, por ello en lugar de atacar la ciudad, decidió esperar su rendición que él creía que se produciría de inmediato, pues la batalla de Cannas había dejado a los romanos al borde del exhausto. Aníbal, subestimó la cabezonería romana, pues a pesar de la derrota inflingida por el general africano tuerto, el senado romano adoptó la estrategia del espejito espejito me rebota todo y decidió no admitir la derrota de tal modo que no tubo que rendirse ante el odiado cartaginés, en lugar de ello el senado romano, decidió reunir dos nuevos ejércitos consulares y atacar directamente con uno a Cartago, mientras el otro se quedaba en Roma para defender la ciudad capital en caso de ataque cartaginés.
Aníbal, estaba extasiado, pero cometió un error de principiante, cuando sin ton ni son se jugó, todas las maquinas de asedio que tenia su ejército cartaginés en una partida de Manolito Gafotas, se sacó de la manga una escalera real y ganó la partida, perdiendo de este modo Aníbal, las maquinas de asedio con las que tendría que haber abierto una brecha en las fortísimas murallas de la ciudad de Roma. El general cartaginés lejos de rendirse y volver a África, se quedó en Italia, pensando que tras la humillante derrota que había inflingido a sus enemigos en la batalla de Cannas, los romanos se rendirían a sus pies y mandarían que todas las bellas vírgenes de la ciudad se postraran de rodillas ante él y le hicieran algún que otro favor sexual…. Pero en Roma tenían otros planes…..
En la capital de la republica romana, el senado, decidió sencillamente no reconocer el triunfo de Aníbal y se negaron a rendirse, en lugar de ello atacaron las líneas de suministros de los enemigos africanos intentando matarles de hambre, estrategia que fallo estrepitosamente, cuando los cartagineses encontraron un buffet libre.
Sin embargo, Aníbal, tubo que regresar a su patria cuando el senado cartaginés le mando volver, pues Escipión Emiliano, les había expulsado de España y ahora estaba frente a los mismísimos muros de la ciudad de Cartago, Aníbal debía regresar para defender su ciudad del enemigo romano. Para volver a Italia, el general tuerto, recurrió a una antigua tradición africana, construyeron un montón de cayucos con cuatro cartones y un par de tablones de contrachapado que se encontraron tirados en la fachada de un par de casas y regresaron a África arrastrados por la corriente del mar.
Una vez de regreso a casa, el general púnico planifico la defensa de Cartago en una descomunal batalla en las llanuras desérticas de Zama, al norte del desierto del Sahara, allí, en aquel lugar desolado y dejado de la mano de dios, Aníbal esperaba que el sol y los escorpiones mataran a la mitad del ejercito romano, después él con sus 300 elefantes de guerra aplastaría a lo que quedara del ejercito de la república de Roma. Lo que el bueno de Aníbal no podía saber es que los romanos habían acudido a Zama con un bote de raid especial para matar bichos en el desierto y un montón de sombrillas robadas a los playas de Benidorm, con lo cual Aníbal tubo que enfrentarse a la totalidad del ejército romano liderado por el carismático Escipión.
La batalla en Zama fue una carnicería, pancetas y chuletas volaban por todos lados y en el caos de la batalla, fueron los romanos los que se hicieron con la victoria al contar con un arma secreta que resulto fatal para los púnicos. Los legionarios habían advertido que los elefantes, la mejor arma de Cartago, tenían miedo de los ratones, por ello cuando los elefantes de Aníbal se abalanzaron contra las filas romanas, los legionarios empezaron a lanzarles ratones a los paquidermos que aterrorizados, dieron media vuelta y cargaron contra el ejercito cartaginés reduciéndolo a su minima expresión. La batalla de Zama le costo el exilio a Aníbal que se fue para nunca regresar. En vista del resultado Cartago se rindió nuevamente y renunció a todo derecho sobre las tierras extramuros de la propia ciudad de Cartago, no podría entrar en guerra ni tan siquiera para defenderse de una amenaza y tendría que entregar la parcial flota reconstruida y todas las vírgenes a Roma nuevamente.
Terminada la segunda guerra púnica, Roma no tubo oposición para amasar un gigantesco imperio, pero a sus espaldas Cartago que todavía gozaba de autonomía se estaba rearmando y preparando para el que sabían era el asalto final a su ciudad por parte de los romanos, la tercera guerra púnica se estaba horneando…
En la todoimpotente portante ciudad de Roma, los políticos corruptos honrados y trabajadores senadores que dirigían la ciudad, debatían a diario el porvenir de la ciudad rival de Cartago, ahora en sus manos e indefensa, era vulnerable a toda suerte de ataques por mar, tierra, aire y ciberespacio, debían los entogados senadores tomar una decisión respecto a la capital del antaño poderoso imperio cartaginés. Se tomo la decisión de reducir a polvo la bella ciudad de Cartago y construir en el solar resultante un nuevo complejo vacacional bajo el nombre de una importante empresa que empezaba a surgir por aquel entonces, Marina d’Or, que correría con los gastos de la guerra que estaba por venir contra Cartago, lo único que se necesitaba era una escusa para declárala.
En Cartago, todo y los dos conflictos perdidos contra Roma su economía seguía floreciendo debido al comercio internacional que reportaba a la ciudad un gran nivel de ingresos que podían destinar a la defensa de la ciudad frente toda suerte de invasores extranjeros, como resultado, las murallas de Cartago eran las mejores de todo el mundo conocido, por conocer, real o imaginario. Las murallas de Cartago construidas con hormigón armado y patrulladas por Ángeles del infierno escuchando Black metal a todo volumen eran paulatinamente impenetrables.
Pero la prosperidad cartaginesa hizo que sus vecinos Numidas atacaran la ciudad, con lo que Cartago tubo que tomar las armas para defenderse, con lo que los numidas fueron derrotados frente a las murallas de la ciudad púnica. En Roma la noticia de que Cartago había retomado las armas fue interpretada como la excusa perfecta para atacar la ciudad enemiga, pues se habían violado las condiciones de rendición de la segunda guerra púnica. El senado romano, confió el mando del ejercito romano financiado por el dinero de la especulación urbanística de Marina d’Or al general que derrotó a Aníbal en la anterior guerra contra Cartago y sus tropas, el todo respetado Escipión, que cuando recibió la noticia se encontraba presenciando un concierto de Marilyn Manson, acepto el encargo de buen grado.
Cuando Escipión regresó del concierto, recluto a un par de legiones romanas unos cuantos panzer tiger y unos pocos cazas de combate F-18 y se puso en marcha hacia Cartago con la intención de reducir a polvo las murallas de la ciudad enemiga. Cuando llegó a tierra Norte-africana se encontró con que además de su ejercito, los empresarios de Marina D’or, enviaron dos peritos para asegurarse de que la inversión de la empresa contratista fuera bien amortizada, estos dos peritos, no tenían formación militar y Escipión los consideró como un lastre en el ataque que se llevaría a cabo contra el enemigo, con tal de que Manolo y Benito, los dos peritos, no obstaculizaran el asalto a las murallas enemigas, el general romano los puso a trabajar de inmediato en la construcción de las maquinas de asedio que necesitarían para horadar las impenetrables fortificaciones púnicas, pero para disgusto de Escipión, estos dos peritos resultaron ser más inútiles que las medidas anticrisis de astronautas sin traje de la historia humana.
Habiendo fallado el plan de ataque directo sobre la ciudad, Escipión, adopto la técnica del asedio, rodeando la plaza enemiga con sus tropas y sus naves para de este modo matar de hambre a la población o forzar una rendición con un coste de bajas romanas mínimas. La estrategia parecía funcionar, los alimentos escaseaban en el interior de la ciudad de Cartago y sus valientes guardianes de las murallas, los ángeles del infierno, se estaban quedando sin discos de judas priest y iron Maiden, teniendo que recurrir a escuchar el load y el reload de Metallica, la situación empezaba a tornarse incomoda, pero los cartagineses, no se sabe muy bien como, consiguieron una importante victoria sobre la flota romana dejando el puerto de la ciudad libre al comercio exterior, ahora podrían recibir alimentos, armas y demás parafernalia militar desde el exterior, la guerra continuaría.
Escipión se percató de que al fracasar su bloqueo naval, era inútil mantener el asedio terrestre a la ciudad, de tal modo que decidió reemprender su estrategia anterior y atacar directamente los muros de la ciudad. Durante siete días y cuarenta noches bombardeo intensivamente los muros de Cartago con balistas, manteletes, catapultas, trebuchets, cañones Sherman, munición pancer y mísiles cobra y tomahawk, mientras mantenía a los cartagineses ocupados con su bombardeo intenso, puso a sus tropas a construir torres y terraplenes de asedio para con estos modernos sistemas de ataque a plazas fuertes superar los muros de la ciudad. El bombardeo finalizó y para sorpresa de todos los romanos, las murallas de Cartago seguían en píe, había llegado la hora de atacar con los nuevos instrumentos de ataque previamente construidos. Las torres y los terraplenes fueron acercados a los muros de la ciudad provocando una lucha feroz por el control de las murallas, pero los romanos consiguieron hacerse con el control del combate gracias a su estandarte de batalla que causaba pánico en las filas de Cartago, que se vieron obligadas a realizar un chequeo de valor para continuar luchando el cual fallaron al sacar un 7 en un dado de 6 caras. Con la batalla por los muros de su lado los romanos abrieron las puertas a sus compañeros, tras leer el correspondiente articulo en frikipedia de cómo abrir una puerta, provocando una verdadera masacre de 7 días que terminó con la ciudad en llamas, reducida a polvo y con el terreno sembrado de sal para que nada pudiera crecer allí otra vez.
Cuando el humo se disipo a la media década del ataque a la ciudad, las maquinas de Marina d’Or pudieron entrar y empezar a urbanizar en el enorme solar resultante, convirtiendo la antaño poderosa ciudad de Cartago en un paraíso vacacional en el norte de África, con parques de atracciones, playas de arena blanca y fina y precios por las nubes, una caña costaba casi 4 sestercios (lo que vienen siendo 30€) pues se debían pagar los costes de guerra y construcción contraídos anteriormente. A pesar de todo ello, el complejo resultó un éxito gracias a la aplicación e los descubrimientos de John jamón Ammon los cuales permitieron recrear un entorno jurasico llamado “jurasic Park” que atrajo a millones de turistas y el resto lo hemos visto todos.
El conflicto romano-púnico tubo importantes consecuencias como pueden ser que la empresa marina d’or amasara un imperio propio convirtiéndose en un monopolio que poco después se ampliaría con posesiones en el mediterráneo occidental con colonias en Oropesa del Mar y Castellón.
Roma, consolido tras en conflicto, un poder absoluto en la cuenca mediterránea convirtiéndose este un coto privado que los romanos conocían como “mare nostrum” y una enorme cantidad de saqueo de la ciudad, la venta de su población en los mercados de esclavos y el enorme volumen de oro que recibió de marina d’or al establecer esta una colonia allí, teniendo que pagar un alquiler anual del terreno.
Cartago, desapareció y su legado a sido prácticamente erradicado, el lugar que ocupaba en el mapa esta hoy cubierto por la ciudad de Tunez de casi 11 millones de habitantes muchos de los cuales son descendientes de los trabajadores de la malvada empresa que se estableció allí después de la conquista de la ciudad púnica.
Escipión Emiliano, consiguió al fin vengar a su padre caído en la 2GP (segunda guerra púnica) y recibió una enorme suma de dinero en pago de sus servicios más que sobresalientes en la toma de Cartago tanto por parte del senado de roma del cual entro a formar parte, como de la empresa contratista que además le dio un plus por deshacerse de dos peritos inútiles que costaban a la compañía una enorme suma mensual.
Aníbal, tras haber perdido en Zama, se vio obligado al exilio, pero ni aun así consiguió eludir la persecución romana, acabó sus días en Transilvania donde finalmente se suicido pues se negaba a ser humillantemente expuesto como trofeo en la plaza mayor de Roma.
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